El distanciamiento social y la paralización de actividades, debido a la propagación del coronavirus, ha provocado una grave afectación en la situación económica y social del país. Muchas personas atraviesan momentos difíciles y es nuestro deber velar por ellas. Hay que impulsar iniciativas desde todos los sectores para ayudar a los más afectados por esta pandemia. Muchas zonas del Ecuador se encuentran en riesgo. Galápagos es una de ellas. Esta provincia depende, en gran medida, del turismo y la suspensión de esta actividad ha puesto en jaque a toda la población. Una de las primeras acciones que emprendí, como ciudadano, comprometido con el bienestar de esta región, fue gestionar la importación de un laboratorio especializado y 2 mil pruebas rápidas, para detectar el Covid-19 en las Islas Galápagos. Esta donación permitirá a los habitantes del archipiélago combatir al coronavirus y compensará la falta de infraestructura para afrontar esta emergencia sanitaria. Luego de este primer aporte, surgió la idea de crear un fondo fiduciario para actuar en donde sea más urgente. En una reciente entrevista, en el programa Hora 25, conducido por Andrés Carrión, conté que un día se me ocurrió llamar a mis amigos empresarios y pedirles que me ayuden a recaudar 20 millones de dólares para aportar a la solución de los problemas.